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  • Foto del escritorMariana Chavez

Lo que aprendo de las rabietas que viven mis clientes de 5 años

Quiero contarles sobre los niños(as) maravillosos que conozco en la terapia familiar para niños pequeños. Nunca me acabo de sorprender, de la intuición, la potencialidad de lo que llamamos la inteligencia emocional de los niños. Entre los 4-6 años de edad los niños saben tanto de su mundo interior que se expresa a través de los colores, las formas, las imagines, por su puesto la fantasía y el juego, y sus expresiones no verbales que muestran sus emociones a flor de piel.

¿Uno se preguntaría porque un niño de esas edades vendría a la terapia? Y para ser honesta, como prefiero siempre ser, yo diría que viene a ensenarme a mí, vienen a ensenarme de mis propios dilemas y contradicciones emocionales, de mis mecanismos de defensa, y porque están ahí en primer lugar.

Aprendo de los niños de manera clara y evidente lo que para nosotras las adultas es un rompe y cabezas de meses o hasta veces anos.

Hoy regrese a casa feliz, revitalizada, curiosa, como siempre después de una sesión de niños. Esta sesión inicial, nuestra primera sesión de terapia familiar (madres y/o padres con sus niños). En esta sesión mi pequeño cliente me explico sobre el proceso de sus “rabietas”, en lenguaje de adultos le llamaríamos un ataque de ira. Su madre y padre están preocupados que estas rabietas suceden cada vez más seguido y con mayor intensidad. Además, sus padres expresan preocupación por lo que él dice durante esos episodios de rabietas.

Ya a unos 15 minutos de conocernos por primera vez, mi pequeño cliente me empezó a explicar que para él su rabieta es como un gran circulo en la hoja de papel blanco, mientras me dirigía a dibujar el circulo en tamaño especifico, es un círculo que se sale de la hoja extendiendo sus brazos me dejo claro cuan grande era ese círculo de la ira. El enfatizo que hay colores, y que estos estaban por todas partes inclusive fuera del círculo, las emociones que menciono eran el enojo mismo, el amor, la felicidad y la alegría y también el aburrimiento.

También el mismo me explico que después de sentir el enojo también por tanto tiempo este cambiaba de color y era cuando decía muchas cosas que le hacen sentir muy mal, como “cuando le dije una vez a mi mama que me matara, porque ya no quiero vivir”, o cuando “le dije a mi mama el día de ayer que le patearía, cuando muriera”, dijo además “nunca de verdad haría eso”, se levantó y abrazo a su mama y dijo “te abrazaría mama, cuando mueras te abrazaría”.

Y solo al explicarme creo que podrían entender la maravilla de escuchar el mundo emocional de un niño, la potencia, la verdad, la sabiduría, la perdemos luego, talvez después de la adolescencia. Mas tarde cuando vivimos ahogadas en síntomas de depresión, adormecimiento, ansiedad, adiciones, enfermedades físicas, relaciones rotas, identidades perdidas, ya en esos momentos casi no sabemos nada de nuestras verdaderas emociones.

Al ir conociendo a este niño solo sé que sus padres son dos adultos responsables que le aman mucho y por eso quieran saber cómo ayudarle con sus “intensas rabietas”, además porque su hermana gemela no demuestra ni en frecuencia, ni intensidad. Sus padres le desearon y planearon a ambos y este niño muestra que otras áreas de su desarrollo, van bien, el aprende al nivel, y es más en persona, se muestra como un niño bastante inteligente.

En sesión con este niño, y a través de la entrevista inicial que tuve solo con su madre escuche que el dice lo que esta en su mente con expresiones verbales como “soy muy malo”, y solo “quiero morir” Puedo intuir que no es la manera como sus padres le hablan o si quieran tratan de hacerle sentir. Esta información viene de el mismo, el instinto humano es dar sentido a nuestra experiencia emocional contradictoria y compleja. Es probable que el busca respuestas existenciales profundas. ¿Y, si mis padres me aman y yo los amo, porque digo cosas tan malas? ¿que está mal? ¿Qué está pasando? estoy fuera de control, algo está mal, y su conclusión probablemente está en pensar “yo soy quien está mal”

Las causas pueden ser muchas, pero también seria consecuente pensar que este niño al ser bastante listo este tratando de dar sentido a las diferencias que tiene con su hermana gemela, quien su madre describió en entrevista inicial como muy calmada. Los niños y niñas de desarrollan diferente pero este niño inteligente, curioso y expresivo, fue desde muy bebe ‘más intenso’, me explico más su desarrollo en la entrevista inicial y me explico de las dificultades que él tuvo para dormir. Enfatizo, entrenarlo para dormir y tener horarios fue muy difícil en comparación con su gemela. A él, tuvieron que dejarle llorar sin fin para que aprendiera a calmarse y dormir hasta estar cansado de tanto llanto.

En la sesión me explica, mi pequeño cliente, exactamente el mismo flujo y progreso de sus emociones, su calma y tranquilidad llegan después de las pataletas, llanto, palabras que luego siente una tristeza tremenda, hasta que se agota de toda esa intensidad, es ahí cuando siente la calma.

En este sentido también recuerdo que aprendemos de regulación emocional desde las experiencias en la cuna. Puede ser que hasta adultas creamos que la única forma de encontrar la calma es después de un episodio de intensidad emocional, sea de rabia o de tristeza sin fin, o a veces de felicidad bordeando con la manía.

La danza del intercambio es otro punto que fascina, a un punto en que este niño me conto entre muchas hojas coloreadas sobre el ritmo y flujo de sus emociones, se sentó en el sillón, me miro a los ojos también a su madre, y dijo con certeza “también mi mama debe aprender a dejar de gritar”. Esto llevo a un momento de reflexión y empatía entre su madre, su hijo y yo. Su madre estaba ahora en el asiento caliente. Antes de la reflexión hubo risas sin fin en mi oficina. Y ya, la hora despedirnos llego muy pronto para todos, como siempre.

Este niño trabajo duro por casi todos esos 50 minutos de sesión, conocerme y ver como se podría sentir seguro en este lugar completamente nuevo para él, empezar a jugar e intercambiar dialogo con esta desconocida, para luego entrar hondo en describir su proceso emocional, sus pensamientos más oscuros, pensamientos sobre la muerte, el odio a sí mismo, el caos y la confusión que el experimenta en esos momentos de rabietas. Todo su cuerpo y mente participaron en expresar con total claridad lo que el siente en esos momentos de rabieta sin fin.

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